domingo, 25 de diciembre de 2011

En una historia de amor, nunca vas a encontrar el punto final.

Empezaba a aceptar que ya no estabas. Que tú tenías tu vida, y yo la mía. Muy diferentes aunque paralelas al mismo tiempo, siempre creí que nuestros caminos no volverían a juntarse, como esas líneas trazadas en un papel, líneas que se ven, pero no se pueden tocar. Líneas cuyo destino no es ser una. Empecé a superarlo, de veras. Pero siempre volveré a caer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario